Las tensiones en Oriente Medio están generando un impacto significativo en los mercados internacionales. La inestabilidad política y los conflictos armados están provocando fluctuaciones en los precios del petróleo y alterando las cadenas de suministro. A medida que las naciones buscan asegurar sus intereses económicos, las repercusiones se sienten en todos los rincones del mundo, afectando el crecimiento y la estabilidad de las economías más vulnerables.