Los capitalistas han ganado la batalla por la IA

Los capitalistas han ganado la batalla por la IA

Lo ocurrido en OpenAI durante los últimos cinco días podría describirse de muchas maneras: Un jugoso drama en la sala de juntas, un tira y afloja en torno a una de las mayores empresas emergentes de Estados Unidos, un enfrentamiento entre los que quieren que la inteligencia artificial avance más rápido y los que quieren ralentizarla.

Pero fue, sobre todo, una lucha entre dos visiones enfrentadas de la inteligencia artificial. Según una visión, la inteligencia artificial es una nueva herramienta transformadora, la más reciente en una serie de innovaciones que han cambiado el mundo, como la máquina de vapor, la electricidad y la computadora personal, y que, si se utiliza de manera correcta, podría marcar el comienzo de una nueva era de prosperidad y hacer ganar mucho dinero a las empresas que aprovechen su potencial.

Según la otra visión, la inteligencia artificial es algo más parecido a una forma de vida alienígena —un leviatán convocado desde las profundidades matemáticas de las redes neuronales— que hay que contener y desplegar con extrema precaución para evitar que se apodere de nosotros y nos mate a todos. Con el regreso de Sam Altman el martes a OpenAI, la compañía cuya junta directiva lo despidió como director ejecutivo el viernes de la semana pasada, la batalla entre estos dos puntos de vista parece haber terminado.

El Equipo Capitalismo ganó. El Equipo Leviatán perdió.

La nueva junta de OpenAI estará conformada por tres personas, al menos al principio: Adam D’Angelo, director ejecutivo de Quora (y único miembro del antiguo consejo); Bret Taylor, exejecutivo de Facebook y Salesforce; y Lawrence H. Summers, exsecretario del Tesoro. Se espera que la junta crezca a partir de esa base.

También se espera que el mayor inversor de OpenAI, Microsoft, tenga más voz en la gobernanza de OpenAI en el futuro. Esto podría incluir un puesto en la junta.

Tres de los miembros que impulsaron la destitución de Altman ya no forman parte de la junta: Ilya Sutskever, jefe científico de OpenAI (que ya se ha retractado de su decisión); Helen Toner, directora de estrategia del Centro de Seguridad y Tecnologías Emergentes de la Universidad de Georgetown; y Tasha McCauley, empresaria e investigadora de la Corporación RAND.

Sutskever, Toner y McCauley representan el tipo de personas que estaban muy implicadas en la reflexión sobre la inteligencia artificial hace una década: una mezcla ecléctica de académicos, futuristas de Silicon Valley e informáticos. Veían la tecnología con una mezcla de temor y admiración, y se preocupaban por futuros acontecimientos teóricos como la “singularidad”, un punto en el que la inteligencia artificial se liberaría de nuestra capacidad para contenerla. Muchos estaban afiliados a grupos filosóficos como el de los altruistas eficaces, un movimiento que utiliza los datos y la racionalidad para tomar decisiones morales, y que fueron persuadidos a trabajar en la IA por el deseo de minimizar los efectos destructivos de la tecnología.

Este era el ambiente en torno a la inteligencia artificial en 2015, cuando OpenAI se formó como una organización sin fines de lucro, y ayuda a explicar por qué la organización mantuvo su enrevesada estructura de gobierno —que dio a la junta sin fines de lucro la capacidad de controlar las operaciones de la empresa y remplazar a sus líderes— incluso después de que comenzara una división con fines de lucro en 2019. En ese momento, muchos en la industria consideraban que proteger la inteligencia artificial de las fuerzas del capitalismo era una prioridad absoluta, que debía consagrarse en los estatutos corporativos y los documentos constitutivos.

Pero muchas cosas han cambiado desde 2019. La potente IA ya no es solo un experimento mental: existe dentro de productos reales, como ChatGPT, que utilizan millones de personas todos los días. Las empresas tecnológicas más importantes del mundo están compitiendo para construir sistemas aún más potentes. Además, se están gastando miles de millones de dólares en construir y desplegar la IA dentro de las empresas, con la esperanza de reducir los costes laborales y aumentar la productividad.

Los nuevos miembros del consejo son el tipo de líderes empresariales que cabría esperar para dirigir un proyecto así. Taylor, el nuevo presidente de la junta, es un experimentado negociador de Silicon Valley que dirigió la venta de Twitter a Elon Musk el año pasado, cuando era presidente del consejo de Twitter. Summers es el capitalista tradicional, un economista reconocido que ha dicho que cree que el cambio tecnológico es un “bien neto” para la sociedad.

Todavía quizás hayan voces de cautela en la junta reconstituida de OpenAI, o figuras del movimiento de seguridad de la inteligencia artificial. Pero no tendrán poder de veto ni la capacidad de cerrar la empresa en un instante, como hacía el antiguo consejo. Además, sus preferencias se equilibrarán con las de otros, como los ejecutivos y los inversores de la empresa.

Eso es bueno si eres Microsoft, o cualquiera de los miles de empresas que confían en la tecnología de OpenAI. Una gobernanza más tradicional implica menos riesgo de una explosión repentina o de una modificación que te obligaría a cambiar de proveedor de inteligencia artificial a toda prisa.

Quizás lo que ocurrió en OpenAI —un triunfo de los intereses corporativos sobre las preocupaciones por el futuro— era inevitable, dada la creciente importancia de la IA. Una tecnología potencialmente capaz de marcar el comienzo de una Cuarta Revolución Industrial difícilmente iba a ser gobernada a largo plazo por quienes querían frenarla, no con tanto dinero en juego.

Aún quedan algunos vestigios de las viejas actitudes en la industria de la IA. Anthropic, una empresa rival creada por un grupo de antiguos empleados de OpenAI, se ha constituido como una corporación de beneficio público, una estructura legal que pretende aislarla de las presiones del mercado. Además, un activo movimiento de IA de código abierto ha abogado por que la inteligencia artificial permanezca libre del control corporativo.

Pero la mejor forma de ver esto es como los últimos vestigios de la antigua era de la inteligencia artificial, en la que las personas que la creaban veían la tecnología con asombro y terror a la vez, y trataban de limitar su poder mediante una gobernanza organizativa.

Ahora, los utópicos están en el asiento del conductor. Y van a toda velocidad.

FOMC el freno de la economía no será tan suave

FOMC el freno de la economía no será tan suave

El FOMC o Comité de Operaciones de Mercado Abierto (Federal Open Markets Committee, FOMC) es un organismo clave en la toma de decisiones de política monetaria a corto y largo plazo en Estados Unidos. Su objetivo principal es lograr un aterrizaje suave en la economía del país, buscando mantener un equilibrio en el mercado financiero y controlar la inflación. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos del FOMC, los efectos de estas decisiones pueden no ser percibidos de la misma manera por todos los estadounidenses. En ocasiones, el mercado puede experimentar una baja significativa, llegando incluso a caer hasta 150 puntos porcentuales, lo cual genera un sentimiento de recesión en la población. Aunque el FOMC trabaja para garantizar un entorno económico estable, es importante destacar que la volatilidad en el mercado financiero puede generar fluctuaciones que se sienten de manera diferente en diversos sectores de la sociedad. Por ello, es fundamental que los ciudadanos estén informados y comprendan los factores que influyen en la economía, para tomar decisiones financieras más acertadas. En resumen, el FOMC desempeña un papel crucial en la política monetaria de Estados Unidos y busca lograr un aterrizaje suave en la economía. Aunque puede haber momentos en los que el mercado experimente caídas considerables, es importante recordar que estas decisiones se toman con el objetivo de mantener la estabilidad económica a largo plazo.

La OPEP: ¿Previsiones reales o estrategia para aumentar los precios del petróleo?

La OPEP: ¿Previsiones reales o estrategia para aumentar los precios del petróleo?

La Organización de Países Exportadores de Petróleo, conocida como la OPEP, es un organismo internacional formado por varios países productores de petróleo. Su objetivo principal es coordinar las políticas petroleras entre sus miembros y defender sus intereses en el mercado global.

Recientemente, la OPEP ha publicado sus previsiones para el año 2024. Sin embargo, hay un detalle llamativo: los números presentados no parecen ajustarse lógicamente. ¿Cuál es la intención detrás de estas cifras poco realistas?

Al analizar detenidamente las proyecciones de la OPEP para el 2024, surge una posible explicación: justificar los recortes en la producción de petróleo. Es evidente que estos recortes tienen como objetivo principal elevar los precios del crudo, permitiendo a los países miembros obtener mayores ganancias.

¿Pero cuál es el impacto real de estas acciones en el mercado petrolero y en el bolsillo de los consumidores? ¿Es ético que la OPEP manipule las previsiones para beneficiarse a expensas de los demás?

La respuesta a estas preguntas no es sencilla y puede generar un debate acalorado. Por un lado, los países miembros de la OPEP argumentan que necesitan garantizar ingresos justos por sus recursos naturales, y que los recortes en la producción son una forma legítima de lograrlo. Por otro lado, los consumidores y otros actores del mercado pueden verse perjudicados por el aumento de los precios del petróleo.

Es importante considerar que la producción de petróleo es un factor clave en la economía global. Los precios del crudo influyen en el costo de muchos productos y servicios, y pueden afectar tanto a empresas como a particulares. Por lo tanto, es fundamental que exista transparencia y un equilibrio justo en las decisiones que afectan a este mercado tan influyente.

Las previsiones de la OPEP para el 2024 plantean importantes cuestionamientos sobre la veracidad de la información que nos brinda este organismo. ¿Podemos confiar en estas cifras o son simplemente un medio para justificar intereses particulares?

A medida que avancemos hacia el año 2024, será crucial estar atentos a los eventos y decisiones que rodean al mercado petrolero. Solo así podremos comprender mejor las estrategias y acciones de la OPEP, y evaluar si en verdad se busca un equilibrio justo para todos los actores involucrados.

En definitiva, la OPEP desempeña un papel fundamental en la industria petrolera internacional y sus decisiones tienen un impacto significativo en la economía global. Ante las previsiones poco ajustadas en forma lógica y la intención de aumentar los precios del petróleo, resulta imprescindible analizar críticamente la situación y fomentar un diálogo constructivo sobre este tema tan relevante para todos nosotros.

Disminuye dramática en la demanda de petróleo

Disminuye dramática en la demanda de petróleo

La AIE, Agencia Internacional de la Energía, ha alertado sobre una disminución dramática en la demanda de petróleo. Esto se debe a los cambios en la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), la cual solía controlar los precios del barril para sus miembros. Sin embargo, en la actualidad solo controla el 51% de la producción mundial. Esta situación impide que puedan influir directamente en los precios de los combustibles a través de la fijación de costos de producción.

Estos cambios en la OPEP tienen un impacto significativo en la economía global y en los precios de los combustibles. A medida que más países productores de petróleo aumentan su producción independiente de la OPEP, se crea una mayor competencia en el mercado. Esto, a su vez, puede resultar en una reducción de los precios de los combustibles para los consumidores.

Es importante tener en cuenta que la disminución en la influencia de la OPEP puede tener tanto ventajas como desafíos. Por un lado, los consumidores podrían beneficiarse de precios más bajos en los combustibles, lo cual es positivo para la economía y el bolsillo de las personas. Por otro lado, esta situación también puede generar incertidumbre y volatilidad en el mercado petrolero, lo que puede afectar a las empresas y a las economías dependientes de la exportación de petróleo.

En definitiva, la reducción en el control de la producción mundial de petróleo por parte de la OPEP es un fenómeno que está cambiando el panorama energético actual. A medida que más países se convierten en productores independientes, la fijación de precios se vuelve más compleja y los consumidores experimentan fluctuaciones en el precio de los combustibles. Mantenerse informado sobre estos cambios es fundamental para comprender su impacto en la economía global y en nuestras vidas cotidianas.

Hipotecas en USA toman la cordura.

Hipotecas en USA toman la cordura.

Las tasas hipotecarias en Estados Unidos han comenzado a descender por debajo del 7% por primera vez desde agosto. Gracias a la intervención de la Reserva Federal (FED), los bancos han logrado ajustar las condiciones financieras sin disminuir los tipos de interés. Este cambio se debe en gran medida a la falta de demanda de créditos para la compra de viviendas, lo cual refleja la realidad del mercado inmobiliario, que actualmente afronta dificultades en las ventas. Con un porcentaje inferior al 1% de las transacciones realizadas en efectivo, es evidente que los consumidores optan por otras alternativas para adquirir propiedades.

Esta disminución de las tasas hipotecarias brinda una oportunidad única para aquellos interesados en comprar una casa. Con condiciones financieras más favorables, es posible acceder a préstamos hipotecarios a tipos de interés más bajos, lo que se traduce en una menor carga financiera a largo plazo. Además, el mercado inmobiliario ofrece una amplia variedad de opciones que se adaptan a distintos presupuestos y preferencias.

Si estás considerando invertir en una vivienda, este es el momento perfecto para explorar tus opciones. Consulta a expertos en el sector inmobiliario y evalúa tus necesidades y posibilidades financieras. Recuerda que, aunque las tasas hipotecarias están en descenso, es importante informarte y tomar decisiones fundamentadas.